En el tratamiento de tecarterapia existen 4 principios fundamentales que tenemos que conocer. Hoy veremos cuáles son y por qué son tan importantes.
Los 4 principios son:
- La energía cedida
- La frecuencia
- La potencia
- La forma de onda
Para entender este concepto compararemos el tratamiento de tecarterapia con la cocción de un bizcocho. Si horneamos un bizcocho a 180 grados durante 60 minutos, obtendremos un resultado. Si horneamos el mismo bizcocho a 360 grados durante 30 minutos, como resultado obtendremos un bizcocho quemado por fuera y crudo por dentro. Si, en cambio, horneamos a 90 grados durante 120 minutos, no obtendremos una cocción adecuada.
En todas las situaciones hemos proporcionado la misma cantidad de energía total, pero hemos obtenido tres resultados completamente diferentes. De la misma forma, en el tratamiento de nuestros pacientes, si usamos mucha energía durante poco tiempo, obtendremos un resultado; si usamos la misma cantidad de energía en el doble de tiempo, obtendremos un resultado completamente diferente.
Para dejar claro este concepto, hablaremos primero de música. Imaginemos que estamos dentro de nuestra clínica mientras tratamos a un paciente y fuera pasa un coche con la música a todo volumen.
Nos percataremos de la circulación del coche porque a nuestro oído llegan las bajas frecuencias de la música que escucha el conductor. No llegaremos a escuchar las frecuencias altas, solo las bajas. Esto ocurre porque las frecuencias bajas tienen un mayor poder de penetración y pueden, por tanto, salir del coche y atravesar las paredes de la clínica para llegar hasta nuestro oído. Las altas, en cambio, se quedarán en el interior del coche.
De la misma forma, en el tratamiento de tecarterapia, si usamos una frecuencia baja, actuaremos en mayor profundidad, mientras que, con una frecuencia alta, accederemos a los tejidos más superficiales. Por tanto, si queremos tratar una artrosis de cadera, será más adecuado usar una frecuencia de 300 Khz. Sin embargo, si queremos tratar una cicatriz en la piel del paciente, será mejor usar 1 Mhz.
Según el tipo de tejido y el tipo de patología, tendremos que usar potencias diferentes. En el paciente agudo, normalmente, es mejor no aumentar el gradiente térmico para no tener un resultado negativo al final de la aplicación. En el caso de patologías crónicas, en cambio, será mejor usar potencias más altas para estimular mejor el tejido.
La forma de onda es el único parámetro sobre el cual no podemos actuar, ya que depende de la calidad constructiva del dispositivo electromédico. Dentro del mismo ámbito musical, si cogemos un violín de 60 euros y un Stradivarius, ambos podrán tocar las mismas notas, pero no lo harán de la misma forma. La diferencia reside en la marca. Del mismo modo, si un dispositivo dispone de una forma de onda de «alta calidad», la sensación del paciente será mejor y, por tanto, también será mejor el resultado del tratamiento.
Es fundamental tener claros estos conceptos, ya sea a la hora de elegir el dispositivo electromédico o a la hora de elegir el tratamiento.
La tecarterapia tiene tres efectos principales. La mayor parte de nosotros conoce solo uno de los tres, que es la hiperemia local. Realmente, ese es solo uno de los tres efectos.
Los tres efectos son:
-
- Químico
- Térmico
- Mecánico
Efecto químico:
En un estado inflamatorio, la polaridad de la membrana celular se altera y, como consecuencia, la realización de los intercambios intra y extracelulares resulta más difícil. Con el tratamiento de tecarterapia usamos una corriente de alta frecuencia que tendrá permitirá la normalización de la polaridad de la membrana celular y facilitará los intercambios intra y extracelulares.
Efecto térmico
Se trata del efecto más conocido de la tecarterapia. De hecho, la tecarterapia produce hiperemia local. Como consecuencia, la zona atraerá sangre rica en nutrientes para aumentar la temperatura local y conseguir la relajación muscular.
Efecto mecánico
La estimulación de la tecarterapia no deriva solo de la cesión de corriente al tejido corporal a tratar, sino también de la acción mecánica realizada por el electrodo. No podemos olvidarnos de que estamos hablando de una diatermia de contacto y su peculiaridad es, precisamente, la estimulación directa del electrodo sobre el tejido del paciente. Además, gracias al efecto térmico, se producirá una vasodilatación local que permitirá un mayor flujo de sangre a la zona.
La combinación de estos tres efectos resultará en la activación del proceso reparador y antiinflamatorio, obtenido gracias al efecto «washout» (el flujo de sangre rica en nutrientes y la eliminación de las toxinas presentes en la zona), a la normalización de la membrana celular y a la estimulación mecánica del electrodo.
Alessio Papaianopol
Fisioterapeuta, experto en el tratamiento de desórdenes musculoesqueléticos
Especialista en Terapia manual
Especialista en Manipulación vertebral CERT-SMT
¿Quieres mejorar tu rendimiento terapéutico?
Si necesitas un presupuesto o quieres saber más, ¡ponte en contacto con nosotros!
En el formulario de contacto deberás indicar tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu mensaje. Para más información, consulta nuestra política de privacidad.
Fisiowarm se compromete a enviarte información científica y comercial de tu interés sin invadir tu intimidad y, en cualquier caso, no más de una vez por semana.